Marsefe:
TE AGRADEZCO la extensión y el detalle. Aquí debemos dar y recibir.
Algunos antiangiogénicos han producido más daño que beneficio (Avastin es un fármaco caro y peligroso que algunos países están planteando retirar), aunque es cierto que ALGUNAS personas se han beneficiado de ellos, y algunos cócteles con talidomida han dado buenos resultados (queda por comprobar a qué precio)
Pero que no te quepa duda que el cóctel que hagas tú misma puede ser mejor que los fármacos con la ventaja añadida de que no añadirá más miseria
Comer de la manera que proponemos en este blog no implica tan sólo mejorar la glucemia, sino mejorar el balance redox del cuerpo y empeorar el del tumor, añadir factores antiangiogénicos, restringir metionina, añadir glicina (potente antiangiogénico, por cierto, como té vede y otros)... si a eso le añadimos el conjunto de acciones sinérgicas que elabores (QUE DEBEN PONER TU VIDA ENTERA PATAS ARRIBA porque incluyen ejercicio, sol, control del estrés, suplementación, acciones adicionales como hipertermia u otras, y tal vez algunos fármacos), tendrás más boletos para que te toque el premio gordo
Respecto a la vitamina E que menciona Hugo, no sé si es el mejor antiangiogénico, pero desde luego estudios al respecto los hay. Hay varias formas de vitamina E, y por ejemplo el tocotrienol tiene estudios como estos detrás:
http://jn.nutrition.org/content/137/8/1938.full.pdf ¿Qué pasaría si se combina glicina, té verde, vit e y otras? Pues que tendríamos un conjunto de acciones antiangiogénicas sinérgicas potentes que no dañarían el cuerpo. Es de cajón. Yo no uso vitamina E en el cóctel de fármacos porque creo que la obtenemos de la dieta, pero escuché una vez a un médico que usaba altas dosis con buenos resultados. La vitamina E hace la sangre más fluida, lo cual mejora la oxigenación tisular, tan necesaria, y previene la anemia, algo importantísimo ne un paciente de cáncer.
Tienes donde elegir, lo importante es elegir medidas que vayan sumando
Un saludo y ánimo
P.D: respecto a la inmunoterapia. Una cosa es que el sistema inmune pueda ser la clave y otra que los métodos usados por la medicina vayan a surtir efecto duradero. Se concentran, como siempre, en la especificidad para fabricar muchos fármacos y eso implica que, frente a éxitos a veces espectaculares, obtengan frecuentes fracasos estrepitosos. Lanzar una moneda al aire y esperar que la suerte nos guíe en nuestras decisiones no es inteligente. Algunos fármacos son prometedores, ojo, pero su aleatoriedad en los éxitos y fracasos no es de extrañar.